Aún hoy, tras un tiempo transcurrido, rememoro y siento el placer de haber llevado a cabo la Dirección del Proyecto y Acción Artística RE-HABITA FÁBRICA /PORTALEGRE: Laboratorio Internacional de Creación Artística en torno a MOVIMIENTO, IMAGEN Y PATRIMONIO INDUSTRIAL.
Pocas ocasiones se presenta la oportunidad de reunir a más de 25 artistas de diferente procedencia (Argentina, México, Brasil, Italia, Portugal, Barcelona, Valencia, Madrid, Extremadura…) para plantearnos un reto artístico y social común, en un lugar concreto “site-specifc”.

Durante a penas una semana el quehacer diario navegó entre reflexionar, crear, improvisar, jugar, pensar y colaborar para re-habitar un espacio industrial (antigua fábrica de corcho), reviviendo de una manera conceptual antiguos acontecimientos relacionados con la vida de la fábrica (a todos los niveles), siendo todo ello una magnífica experiencia que transcurrió en la presciosa ciudad portuguesa de Portalegre.
Invitada por la Dirección Técnica del Espacio Robison para dirigir y conducir el proceso creativo hasta un lugar donde una puesta en escena fuera posible, en un lugar donde metros cúbicos, herramientas y materiales con solera que han hecho historia, anécdotas y vivencias y sucesos acontecidos de todo tipo entre bajo esas altas techumbres…, la verdad es que la inspiración no iba a ser mi mayor problema, pues motivos sobraban para saciar cualquier imaginario posible, más bien la toma de decisiones y el saber descartar para encaminar una dramaturgia sería la cuestión en sí, en aquel momento.
Pero gracias al proceso de selección de los participantes (que no resultó nada fácil pues hay grandes artistas, personas muy talentosas y gente joven muy entregada deseosa de participar en este tipo de proyectos) y a las personas fianlmente invitados/as a la residencia de creación, la puesta en escena fue como la seda y desde estas palabras , pasado ya un tiempo, he de agradecer a cada uno de ellos la involucración, el saber estar y la alegría con el que esos días se trabajó en pro de un mismo objetivo y que puso en valor al proyecto, llevándolo a un lugar más allá de un resultado artístico.
Finalmente, tras días dando vueltas a la cabeza, improvisando, haciendo reuniones, creaciones en equipo y en solitario, bailando, fotografiando, editando vídeos, creando temas musicales, entrevistando a antiguos trabajadores, revisando archivos, construyendo escenografías, escribiendo, cableando e iluminando…, una final llegó, aflorando diferentes Performances inspiradas en las vidas de las personas, en usos y desusos de los objetos industriales que aún perduran en la fábrica y en otros elementos asociados que fueron los principales motores de inspiración para la creación de las piezas. Todo ello, desde una dirección artística que dio importancia a las artes del movimiento, la imagen y lo sonoro como vías de comunicación para el desarrollo de la dramaturgia que conectaba lo vivo con lo inerte y el pasado con el presente.
La convocatoria de puertas abiertas, muestra pública o como queramos llamar al acto visible donde compartir lo procesado hasta ese momento, fue todo un éxito acudió gran parte de la población, pero los principales protagonistas e invitados/as tanto al proceso como a la muestra final, fueron los propios trabajadores de la fábrica, quienes además quedaron verdaderamente agradecidos de volver a tener la oportunidad de revivir la fábrica y de percibirla desde otra mirada, la artística.