100enDANSA

Un centenar de chicos/as de 2ª de la ESO del INS La Roca (Barcelona), son invitados/as por Sara García-Guisado a experimentar “DANZAR LAS ASIGNATURAS”, tomando como conexión, guión, motivación y concepto la exploración del movimiento en paralelo a la evolución de la danza, en las diferentes etapas de la historia.
Sin duda alguna será un intenso y acelerado viaje hacia el interior y el exterior de uno mismo, un viaje desde el pasado (en términos de tiempos transitados por la danza) hacia el presente (aquí y ahora),  así como una  vivencia única en cuanto a expresividad y comunicación se refiere.

A tan sólo tres semanas para dar comienzo a este reto personal y profesional, llamado PROYECTO 100 EN DANSA – práctica experimental y creativa donde tomamos la historia y evolución de la danza a lo largo de los tiempos como objeto de análisis y conexión con las diferentes asignaturas de 2ª de ESO – ya tengo el guión preparado para desvincularme de él y así iniciar el viaje donde escuchar y ofrecer a más de cien jóvenes propuestas de acción en movimiento, investigación y riesgo en un gran vuelo que espero tenga un feliz aterrizaje, compartiendo finalmente trás cinco días a full-time,  una pieza escénica resultante de creatividad de los chicos/as, de mi dirección artístico-pedagógica y de la involucración del equipo humano que va a configurar este proyecto (profesores del centro y bailarines profesionales).

Este proyecto se presenta como una iniciativa donde las diferentes experiencias que he llevado a cabo en los últimos diez años y en torno a intervención social-pedagógica a través de la danza,  toman una nueva forma derivando en esta bella propuesta 100enDansa.

A través de estas palabras y dando difusión a la iniciativa,  MOUENARTS (entidad impulsora de 100enDansa), agradece a INS La Roca la confianza y la apertura mostrada hacia la experiencia creativa en torno al movimiento corpóreo y sus valores, que va más allá de los estudios o contenidos formales que por rigor han de realizar. Creemos así, dar un importante paso en el sector educativo, siendo estas pequeñas acciones un aliciente por el cual podemos pensar que hay esperanza para la danza en los centros educativos, más allá de las “escuelas de educación viva”.